Mesoamérica
El desarrollo de Mesoamérica se extendió por varios siglos. Los especialistas discuten sobre la época que puede considerarse el "inicio" de la civilización mesoamericana. De acuerdo con algunas posturas, el hito inicial consiste en el desarrollo de la alfarería. Otros consideran que el primer complejo mesoamericano se desarrolla entre los siglos XV y XII a. C., período contemporáneo a la cultura olmeca. A lo largo de su historia, los pueblos mesoamericanos construyeron una civilización cuyas expresiones hablan de elementos compartidos por varios pueblos y rasgos que los distinguen entre sí. En la medida que avanzó el proceso civilizatorio, algunos rasgos se homogeneizaron por el contacto interétnico y otros adquirieron especificidad en ciertos contextos. Este proceso fue continuo y perduró hasta la colonización española. Algunos autores emplean indistintamente los nombres nahuas para describir objetos y conceptos originales de Mesoamérica, y otros destacan las diferencias entre los pueblos de la región.
Al ser éste un artículo introductorio, se privilegian los elementos culturales compartidos por los pueblos mesoamericanos de acuerdo con el enfoque adoptado en obras de acercamiento general a la realidad mesoamericana. Aunque en este artículo no se deja de hacer referencia a las particularidades, éstas pueden ser profundizadas en los artículos respectivos.
La mayor parte de los pueblos mesoamericanos hablaron lenguas pertenecientes a las siguientes familias lingüísticas: otomangueana, mayance, mixe-zoqueana, totonacana y uto-azteca. Otras lenguas están aisladas o no pudieron ser clasificadas porque desaparecieron en el proceso de castellanización que comenzó con la colonización española y continúa hasta la fecha. Este mosaico de lenguas y etnias estuvo presente durante la época prehispánica y tiene su correlato en las numerosas culturas indígenas que se desarrollaron en diversas zonas y tiempos de Mesoamérica, entre las cuales las más estudiadas han sido la mexica, la maya, la teotihuacana, la zapoteca, la mixteca, la olmeca o la tarasca. A pesar de la concentración de estudios que se han dado en el caso de esas importantes culturas, Mesoamérica fue escenario de muchos pueblos, algunos de los cuales han apenas comenzado a ser investigados a partir de excavaciones recientes.
Al ser éste un artículo introductorio, se privilegian los elementos culturales compartidos por los pueblos mesoamericanos de acuerdo con el enfoque adoptado en obras de acercamiento general a la realidad mesoamericana. Aunque en este artículo no se deja de hacer referencia a las particularidades, éstas pueden ser profundizadas en los artículos respectivos.
La mayor parte de los pueblos mesoamericanos hablaron lenguas pertenecientes a las siguientes familias lingüísticas: otomangueana, mayance, mixe-zoqueana, totonacana y uto-azteca. Otras lenguas están aisladas o no pudieron ser clasificadas porque desaparecieron en el proceso de castellanización que comenzó con la colonización española y continúa hasta la fecha. Este mosaico de lenguas y etnias estuvo presente durante la época prehispánica y tiene su correlato en las numerosas culturas indígenas que se desarrollaron en diversas zonas y tiempos de Mesoamérica, entre las cuales las más estudiadas han sido la mexica, la maya, la teotihuacana, la zapoteca, la mixteca, la olmeca o la tarasca. A pesar de la concentración de estudios que se han dado en el caso de esas importantes culturas, Mesoamérica fue escenario de muchos pueblos, algunos de los cuales han apenas comenzado a ser investigados a partir de excavaciones recientes.
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